El accidente de un avión militar en el sur de Filipinas ha dejado al menos 30 muertos y 40 supervivientes, mientras los equipos de rescate buscan al resto de pasajeros entre los restos calcinados del aparato.
El secretario de Defensa, Delfin Lorenzana, señaló en un escueto comunicado a los medios de comunicación que en el avión viajaban al menos 92 personas, incluidos tres pilotos y cinco tripulantes.
El aparato, un C-130 Hercules, hacía la maniobra de aterrizaje en un aeródromo de la isla de Sulu, alrededor de as 11:30 horas local (3.30 GMT, cuando se pasó la pista y no pudo volver a coger altura, según publica el canal de noticias GMA.
Al menos 40 de los pasajeros han sido rescatados y trasladados a un hospital militar en la ciudad de Buzo-buzo, según ha indicado el comandante general de las fuerzas aéreas de las Filipinas, Cirilito Sobejana. “Hagamos todo el que podamos para rescatar los pasajeros” que quedan, ha apuntado Sobejana, que todavía no ha precisado el número de muertes.
El avión había salido esta madrugada de la ciudad de Cagayan de Oro con tropas que iban a desplegarse en la región, que tiene varias bases de grupos de extremistas islámicos, pero según las autoridades locales el accidente no habría sido provocado por un ataque terrorista.
