Un tiburón muerto encontrado en el espigón de la playa de levante en Santa Pola

El escualo mide tres metros con sesenta centímetros y se desconoce las causas de su muerte

4033
tiburón Diario de Alicante

En el día de ayer miércoles se avistó un tiburón muerto de tres metros con sesenta centímetros en uno de los espigones de la playa de Levante de Santa Pola. Hoy el servicio de limpieza de Urbaser lo han trasladado a sus instalaciones, avisando al Instituto de Ecología Litoral de la Generalitat Valenciana para que se lo lleven y hagan los respectivos análisis. El escualo es una cañabota gris de la familia Hexanchidae. El que se ha encontrado en Santa Pola pesa unos doscientos kilos y estaba en la punta del espigón con un cabo verde entre la boca y la branquia, se baraja la posibilidad de que un barco de arrastre lo haya arrastrado hasta el espigón. Por el momento, se desconoce si la muerte del escualo ha sido natural o por otras causas.

En el instante en el que lo trasladan desde el mar, en una lancha neumática, hasta el camión de Urbaser, y con la ayuda de una grúa, lo han metido dentro.

Al parecer esta especie de tiburón es solitaria. Se la suele encontrar en costas oceánicas y templadas, aunque también está presente en el Mediterráneo a profundidades de unos 1800 metros, no obstante, por la noche asciende a la superficie. No se la considera una especie peligrosa para el ser humano y su dieta está compuesta de peces, crustáceos, cefalópodos, rayas, algunos mamíferos marinos pudiendo llegar incluso a ser muy carroñeros. En un principio, se pensó que el tiburón encontrado muerto en Santa Pola se trataba de una tintorera o tiburón azul, finalmente por el continuo avistamiento del Hexanchus Griseus en las costas Alicantinas y por sus características branquiales ya que presenta seis branquias frente a sus parientes más próximos que tienen cinco, por este motivo, los expertos han determinado que se trata de este tiburón, que es el más primitivo de su especie. Cada año se matan millones de tiburones, además de las capturas accidentales, está la práctica de pescarlos para cortarles las aletas dorsales y laterales, para tirarlos al mar vivos. Al ser incapaces de respirar y nadar se quedan en el fondo del mar muriendo lentamente. Estas aletas son muy cotizadas en el mercado asiático como China, aunque no tengan ningún valor nutritivo, se pagan muy bien.