Por vosotras rebeldes con causa

La revolución tiene nombre de mujer

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vosotras Diario de Alicante
Imagen de archivo | Josep Manel Sánchez

Cuando las hojas de los árboles caen a la tierra o al asfalto, ya no vuelven a las mismas ramas de las que se desprendieron, otras brotarán de sus tristes heridas, todavía aún más verdes y luminosas. Este 8 de marzo del 2018, las mujeres, sobre todo las más jóvenes, han dado una lección de unidad y de lucha al patriarcado recalcitrante y a la ignorancia bravucona.

Siempre es difícil escribir sobre las mujeres, tratando de no caer en el peloteo fácil, y en la hipocresía. Soy consciente de que la puedo cagar al hablar sobre vosotras, pues que no quiero quedar como un “caballero” educado y “concienciado”. No sé si tendremos que comenzar de cero, hombres y mujeres JUNTOS, para llevar a cabo la dura tarea milenaria de cambiar desde las uñas de los pies hasta la parte superior de la cabeza, este sistema de relaciones sociales, económicas y políticas absurdas, con toda su orquestada “complejidad”; esta bestia monstruosa y cada vez más voraz, que impide a sus ciudadanos y ciudadanas, la ardua labor de comenzar la tarea de acoso y derribo para construir una sociedad liberada de intereses con sangre. Yo no mando sobre las mujeres, no sé qué decirles en estos tiempos luctuosos que ellas no sepan: asesinatos, violaciones, desigualdad salarial, paro, contratos basura, humillaciones, trabajo doméstico, embarazos, etc.       

Es bueno que las mujeres se pongan en marcha por sus derechos más elementales, como son una vida digna y con respeto, a todos los niveles, pero ya no debéis parar. Habéis arrancado con fuerza, seguid, NO PARAD, hasta que la igualdad real guillotine el pasado y recupere el presente. Hay que construir, desde la deconstrucción, una sociedad democrática más justa, igualitaria y transformadora en sus relaciones laborales, ecológicas y humanas; y la lucha de la mujer es fundamental, por estar doblemente explotada: en el trabajo y en el hogar, rica o pobre, siempre estará explotada desde su desigualdad social con respecto al macho. Ninguna mujer será totalmente libre, si no asume su papel como CLASE diferenciada del hombre, hasta conseguir un trato de igual a igual, tenga la condición que tenga: el mismo trabajo, el mismo sueldo; y para compartir las tareas del hogar y disfrutar de los hijos, amigos o amigas, media jornada laboral con un sueldo digno: esto es posible si repartimos el trabajo, que ya toca, entre todos/as.

A los gobiernos les interesa que el desahogo emocional pase de un estrato a otro: empresarios, trabajadores, mujeres, niños/as, ancianos/as…y no hay nada que hacer si no cambiamos las coordenadas políticas desde la base. Todavía en el mundo nos siguen gobernando los “locos”; ¡no sé cómo lo hacen!, – aunque hay poco a elegir-. ¿Lo saben ustedes…?  Sabemos, que el camino hacia la libertad no está en los presupuestos de ningún gobierno del mundo; y que hoy nadie puede escaparse de la quema, aduciendo ignorancia: soy un poeta sin empleo, que quiere llevar el ocio al poder, por eso escribo en libertad, elijo mi destino y hoy tocaba hablar sobre ese ejército de mujeres dormidas que acaba de despertar.