La romería de la Santa Faz, conocida como ‘La Peregrina’, ha arrancado sobre las 8.12 horas de esta mañana desde la concatedral de San Nicolás de Bari con la presencia miles de alicantinos que no han querido perderse esta tradición de 537 años.
Aunque ha amanecido nublado, el sol se ha ido abriendo paso con el paso de las horas para ofrecer a los peregrinos un maravilloso día de devoción y festejo, al contrario que el pasado año, donde sí hubo lluvia.
La peregrinación tiene su origen en el 17 de marzo de 1489 y recorre los 8 kilómetros que separan el centro de Alicante del monasterio de la Santa Faz, adscrito a la Orden de las Hermanas Clarisas, donde se guarda uno de los pliegues del sudario que utilizó la Verónica para secar el rostro de Cristo en su camino al monte Calvario.
Junto a la sociedad civil han partido, algunos desde la misma catedral y otros desde la cercana plaza del ayuntamiento, diversas autoridades como el president de la Generalitat, Ximo Puig, el conseller de Economía, Rafael Climent, el presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez, la presidenta del PP en la Comunitat, Isabel Bonig, o la alcaldesa accidental de Alicante tras la dimisión de Gabriel Echávarri, Eva Montesinos, entre otros cargos autonómicos y locales.
Al inicio del recorrido, Ximo Puig ha destacado La unidad de los alicantinos de cualquier signo de político para celebrar la festividad de la Santa Faz.
Más de 15.000 cañas de romero se han repartido desde primera hora de la mañana en los aledaños de San Nicolás para facilitar el trayecto a los romeros, muchos de ellos vestidos con el típico blusón negro de labrador y el pañuelo azul y blanco.
Durante el trayecto, aquellos que así quieran podrán realizar una “paraeta” para consumir mistela dulce y rollitos de anís, gracias a las provisiones de 650 kilogramos que ha contratado el Ayuntamiento.
En el dispositivo de seguridad participan este año un total de 484 efectivos de la policía local de Alicante y Sant Joan, Guardia Civil, Policía Nacional, Protección Civil y bomberos.
Del total, alrededor de 70 agentes se dedicarán, casi de manera exclusiva, a prevenir el consumo de alcohol entre menores de edad, una práctica que se ha hecho habitual en los últimos años y que, por primera vez, se intentará evitar.
