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viernes, 29 marzo 2024

Liberada en Alicante una víctima de explotación sexual que fue obligada a abortar 5 veces

La investigación comenzó al conocer a través de una ONG especializada en la asistencia y protección de víctimas de trata de seres humanos.

La Policía ha liberado en Alicante a dos mujeres víctimas de explotación sexual, una de las cuales fue obligada a abortar hasta en cinco ocasiones, y ha detenido a cuatro personas que formaban parte de una organización criminal dedicada a la trata de seres humanos.
Las víctimas, procedentes de Nigeria, se encontraban en una situación de total vulnerabilidad al desconocer el idioma y carecer de documentación y dinero, y habían contraído una deuda con sus captores de 35.000 euros, según ha informado la Policía en un comunicado.

La ruta utilizada por los integrantes de la red para trasladar a las mujeres captadas hasta el continente europeo era “extremadamente dura, en condiciones de seguridad e higiene muy precarias”, y varias de ellas llegaron a fallecer durante el trayecto mientras que otras eran asesinadas cuando se resistían a mantener relaciones sexuales con sus captores.
Fruto del operativo policial, han sido detenidos cuatro miembros del entramado criminal en España, y su líder se encuentra en prisión provisional.

La investigación comenzó al conocer a través de una ONG especializada en la asistencia y protección de víctimas de trata de seres humanos, la existencia de una mujer que había sido explotada sexualmente en un club ubicado en Alicante. La organización contaba con diferentes células de actuación especializadas en la captación de las víctimas, en su traslado hasta los países de destino, en la provisión de la documentación necesaria para cruzar las diferentes fronteras y en la explotación sexual, y se valían de contactos en los países de origen y tránsito para trasladar a las víctimas hasta España.

Las víctimas fueron captadas en su país de origen, Nigeria, mediante engaños y, antes de emprender el viaje hacia el continente europeo fueron sometidas a la práctica de un ritual vudú, según el cual la víctima enloquecería o moriría si no pagaba su deuda, lo cual, según las fuentes,, incrementó su vulnerabilidad y el temor a incumplir las condiciones impuestas finalmente por la organización. Una de las mujeres liberadas ha relatado que su viaje hasta España se demoró durante meses, y en él atravesaron Nigeria, Níger y Libia vía terrestre por el desierto, en condiciones insalubres y de extrema dureza, y varias personas perecieron en el trayecto. Una vez en Libia, antes de embarcar hacia Italia, fue agredida sexualmente en varias ocasiones y fue testigo de cómo compañeras de viaje eran asesinadas al resistirse. Además, llegó a Italia en un segundo intento ya que la primera patera naufragó y falleció al menos una persona. Tras ser interceptada la embarcación por las autoridades italianas y ser trasladada a un centro de refugiados, el líder de la organización dispuso que un contacto en dicho país pagara para poder sacarla del centro de refugiados y alojarla en una casa en Milán hasta que él fuera a recogerla para trasladarla a España, utilizando para ello documentación falsa.

El cabecilla de la organización trasladó a la víctima hasta su domicilio en Benidorm, y una vez allí fue obligada a prostituirse en un club de Alicante. Además tenía que mantener relaciones sexuales con el líder como pago por el alojamiento y llegó a quedarse embarazada de él en una ocasión pero la obligó a abortar. La mujer permaneció en esta situación hasta que se hizo insostenible y solicitó ayuda a una ong.