La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Región de Murcia ha confirmado la procedencia del despido del trabajador de una empresa de recogida de basura que arrojó a unos terrenos ubicados en el municipio de Aspe 10.420 kilos de residuos, en lugar de transportarlos, como debía, hasta una planta de eliminación ubicada en la población alicantina de Villena.
La sentencia confirma así la dictada por el Juzgado de lo Social de Murcia al que correspondió la demanda presentada por el trabajador, que declaró procedente su despido, sin derecho a indemnización ni a salarios de tramitación.
El relato de hechos probados recogidos por el Juzgado señaló que el ahora apelante, vecino de una localidad murciana, firmó un escrito en el que reconoció haber efectuado aquel vertido, aunque añadió que lo hizo porque su esposa, que estaba embarazada, se había sentido indispuesta, por lo que acortó su jornada de trabajo.
También señaló que lo hizo “ignorando las consecuencias que ello podría producir en el paraje del ayuntamiento de Aspe” y que debía haber llevado los residuos sólidos, que recogió en el municipio de Callosa de Segura, hasta la planta de eliminación.
La resolución judicial indicó asimismo que ese reconocimiento de los hechos que había protagonizado se produjo en presencia de su padre.
La Sala dice al desestimar su recurso que la sentencia apelada debe ser confirmada, “pues los hechos que se describen en la misma son de la mayor gravedad, no solo porque suponen un incumplimiento total de las órdenes de trabajo, sino, también, porque, estando la empresa contratada para llevar a cabo la recogida de residuos urbanos para su transporte hasta una planta para su eliminación, tan incumplimiento podría haber provocado la resolución de la contrata”.
